En Barcelona, en el Raval más cerrado y racial, se esconde una bodega regentada por un señor llamado Armando, simpático y distendido, que atiende a los pocos clientes que caben en este pequeño local, en cuyo espacio cuadrado se ubican la barra cerámica a la derecha, las antigüas neveras de madera al fondo y unas …
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